En entradas como “El tambor militar español” o “Nostalgia radiofónica” os hablé de mi interés por la percusión histórica, lo que me ha llevado a tener timbales barrocos, tambor de Provenza, riq… Llevaba ya un tiempo con la idea de hacerme un tambor militar barroco, así que encargué piezas para ponerme manos a la obra. Como la fabricación de un tambor me parece algo curioso y digno de ser contado, esta entrada y otras futuras mostrarán el proceso que seguí para construirme mi propio instrumento.
Mi idea era tomar como modelo los tambores del XVIII (siglo del barroco tardío donde reinaron Häendel, Bach…). En este grabado se puede ver a un fusilero y tambor de la infantería española de principios de 1700: ellos serían mi “inspiración”.
Fusilero y tambor de regimiento de guardias de infantería española y walona entre 1700 y 1718. Dibujo y litografía de Villegas.
El cuerpo del tambor es un casco Keller de arce de 16×16 pulgadas.
También tiene un agujero de ventilación (“vent hole”) justo en el centro y alineado con la “costura” que se forma al cerrar la última capa sobre sí misma. Su función es igualar las condiciones de temperatura y humedad en el interior y el exterior del cilindro.
Los aros también son de arce y tienen los bordes redondeados para evitar que se astillen si reciben golpes con las baquetas. Miden 3,5 cm de alto y están taladrados diez veces para pasar la cuerda.
Coloqué los agujeros de manera que fueran perfectamente simétricos respecto a la unión de la capa exterior. Fijaos que están taladrados en un ángulo de 25º para que la cuerda “descienda” a través de ellos en lugar de atravesarlos perpendicularmente..
El aro inferior tiene dos rebajes (“snare gate”) en puntos diametralmente opuestos para que pasen los bordones. Los hice coincidir con la unión de la última capa.
Ya solo quedaba ponerse manos a la obra. En próximas entradas os contaré los diferentes procesos. Animaos a comentar si tenéis un tambor de este tipo u os habéis construido uno vosotros mismos.