David Valdés

Las bocinas de "Un americano en París", el final de un error histórico.

© Jam percussion.
© Jam percussion.

Hay estos días un runrún en los foros especializados que aumenta según vamos sabiendo más. El asunto no es baladí, pues tiene “grandes” implicaciones, y es que un artículo en el New York Times desvela que las bocinas que hemos estado usando todos estos años para tocar “Un Americano en París” (G. Gershwin) dan las notas equivocadas.

El artículo se publicó el 1 de marzo (calentito del horno) y lleva dando mucho que hablar desde entonces. Tenéis AQUÍ un enlace al mismo. En él encontraréis las conclusiones de Mark Clague, musicólogo encargado de la nueva edición crítica de la partitura. También grabaciones con la parte como se toca hoy en día y la primera grabación que se hizo de la obra (y única que conserva la afinación original) con Toscanini y la NBC National Orchestra. No sigáis leyendo el blog, abrid el enlace y, antes de continuar en Percusize Me!, leed el artículo del New York Times. La clave está en la notación A, B, C, D.
 
¿Ya lo habéis leído? Pues si no es así, parad y abrid el enlace… ¿Ahora sí? Apuesto que os habéis quedado de pasta de boniato…  
 
Las conclusiones tienen mucho sentido, pero dieron pie a dudas, discusiones y recelos, pues no se podían probar al 100% por no conservarse el juego original de bocinas ni ninguna foto que demostrara definitivamente que la notación A, B, C y D de Gershwin no hacía referencia a notas en el sistema anglosajón, sino al orden en que estaban dispuestas las bocinas en el momento de la grabación. El revuelo y polémica que se formó respecto a este “trascendente” asunto permitió que el debate se enriqueciera, pero todas las dudas y opiniones quedaron eclipsadas cuando el día 5 de marzo (solo cuatro días después de la aparición del artículo que sacudió los cimientos gershwinianos), la Universidad de Michigan (la encargada de la edición) se sacó un as de la manga que probaba irrefutablemente la validez del argumento. Tenéis el enlace a ese nuevo artículo AQUÍ. Igual que antes, detened la lectura de Percusize Me!, abrid el enlace y continuad con él.
© Ira and Leonore Gershwin Trusts.
© Ira and Leonore Gershwin Trusts.

¿Qué os parece? Increíble, ¿verdad? Esta foto es el bombazo que prueba definitivamente que siempre hemos tocado las notas equivocadas. Queda claro al verla que las bocinas no tienen un tamaño correlativo proporcional a notas contiguas (la, si, do y re) y que ni siquiera están colocadas por orden de afinación, así que los argumentos de Mark Clague son irrefutables.

 

El propio Gershwin escogió esas bocinas en sendos viajes a París, las colocó de la manera que se ve en la foto y les asignó las letras A, B, C y D como ordinales, no como notación anglosajona. Las notas que se oyen en la grabación de Toscanini (con las bocinas seleccionadas por el propio Gershwin) dan las notas La bemol, Si bemol, Re (bastante brillante) y un La natural octava baja.

© Ira and Leonore Gershwin Trusts.
© Ira and Leonore Gershwin Trusts.

No sé a vosotros, pero a mí esto me ha dejado con la boca abierta. Es el tipo de curiosidad mezclada con rigor académico que, ya deberíais saberlo, me encanta.

 

Ya hay empresas de alquiler de instrumentos que han encargado juego de bocinas con las nuevas afinaciones y orquestas que las tocarán en próximos conciertos. Si de mí dependiera, me encantaría poder tocar la nueva versión. ¿Qué haríais vosotros?

…et in Arcadia ego.

© David Valdés