“El Emigrante” es una canción que incluye chocalho, surdos y agogó. El chocalho consiste en un armazón que sujeta varias sonajas (platinelas) y se toca agitándolo adelante y atrás.
Suena así:
Como yo tenía que tocar el chocalho me animé a fabricarme uno. Para ello utilicé un listón de madera de sección cuadrada de 18x18mm (elegí esas medidas por simple comodidad al sujetarlo) que corté a una medida que, igualmente, resultara cómoda y permitiera alojar suficiente número de sonajas. Lijé los cantos y formé una “I” latina.
El siguiente paso fue añadir las sonajas, que fabriqué con chapas de cerveza. Podéis pedírselas a vuestro barman de confianza o ir haciendo acopio según las bebáis ;-D. Tened en cuenta que mi instrumento lleva 66, así que lo vais a pasar muy bien si decidís llevar el “do it yourself” hasta las últimas consecuencias 😀 .
Para que sonaran más les quité el plástico que llevan en la parte trasera, y con un martillo las aplané. Les hice un agujero en el centro y las ensarté en clavos.
Clavé los “racimos” en el bastidor…
… ¡voilà! El chocalho estaba terminado.
Si sois observadores (apuesto que sí), veréis que lo que hice fue alternar los “racimos”, pues nunca hay uno enfrentado al del lado opuesto. Esta idea la tomé de la disposición de sonajas que Grover utiliza en sus panderetas.
Ya solo queda saber cómo suena este chocalho casero:
Pese a estar hecho con materiales tan comunes y baratos el instrumento suena muy bien y tiene un volúmen verdaderamente increíble. ¿Alguna vez os habéis animado a fabricar un instrumento reciclando? Pasadme vuestras ideas, que estoy lanzado ;-D .