Técnica de pandereta III

Técnica de pandereta III.

Ya que vuelvo a tocar el maravilloso “Capriccio Espagnol“, de Rimsky-Korsakov, aprovecho para hablar de la parte de pandereta, las distintas técnicas que podemos usar, los diferentes tempi, el fraseo…

Como siempre, aquí tenéis una copia de la parte:

Hay muchas maneras de tocar este fragmento, pero si hay algo que determinará nuestra forma de afrontarlo será, sin ninguna duda, el tempo elegido por el maestro. Efectivamente, hay determinadas técnicas que no resultan cuando el tempo es muy lento (la de rodilla me viene a la cabeza) y otras no funcionan cuando el tempo es muy rápido (la técnica habitual de golpes simples, por ejemplo). Conocer el tempo que llevará el maestro es fundamental para poder afrontar con garantías esta parte (también ayuda tener varias opciones preparadas). Sabida la velocidad podremos escoger la técnica que usaremos.

En este vídeo podéis ver varias opciones:

La última opción presentada está grabada durante un ensayo con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Como veis, el tempo es muy comedido y puedo usar golpes simples. Cualquiera de las otras técnicas, dado el tempo lento, no me hubieran permitido tocar con igualdad.

Escuchad ahora ese mismo fragmento con la Orquesta Sinfónica de Gijón, en el que también toco la pandereta:

Es obvio que, en esta última versión, el tempo es mucho más vivo, por lo que usar la técnica del vídeo anterior habría sido imposible. Si no recuerdo mal, con la orquesta de Gijón usé la rodilla para tocar estos pasajes. Como veis, es importantísimo ser flexible y tener recursos para poder afrontar las distintas situaciones musicales.

La partitura indica “vivo e strepitoso”. “Strepitoso” quiere decir “ruidoso”, “con ruido considerable”. Del ruido se encarga el triángulo, que toca semicorcheas a diestro y siniestro y es quien se encarga de aportar la brillantez y el carácter festivo propio de la alborada (tocar fraseando el triángulo sería, en mi humilde opinión, sobreactuar: el triángulo es un pedal que hay que tocar inalterable). Por el contrario, la pandereta (y más tarde la caja en la siguiente alborada) sí debe frasear con la melodía, pues la dobla literalmente desde un punto de vista rítmico. Mi idea musical respecto a la pandereta es la que sigue:

Como veis, las posibilidades son muchas, pero cada técnica tiene sus peculiaridades y funcionará o no dependiendo del contexto. Cuantas más formas conozcamos de tocar un pasaje, más posibilidades tendremos de hacer música. Además, es obvio que cada técnica aporta diferentes timbres, caracteres y posibilidades dinámicas al fragmento, por lo que, dependiendo de lo que queramos, podremos recurrir a nuestro “catálogo técnico” y echar mano de aquello que mejor sirva a nuestras intenciones musicales.

En cuanto me haga con el vídeo del concierto que estamos ensayando lo subiré para que veáis el resultado. ¿Cómo tocaríais vosotros este fragmento?

…et in Arcadia ego.