David Valdés

Cosas nuevas provenientes de cosas antiguas.

No hay nada nuevo bajo el sol y, por mucho que nos estrujemos el cerebro, es probable que casi todo lo que queramos inventar ya haya encendido la bombilla de otra persona y, quizá, lo haya hecho hace ya mucho tiempo… Hoy os presentaré un “gadget” percusivo que hunde sus raíces en un diseño muy antiguo.
Schalltrichter. © The Well Tempered Timpani
Schalltrichter. © The Well Tempered Timpani

Lo primero, presentaros el diseño original:

Schalltrichter. © The Well Tempered Timpani
Schalltrichter. © The Well Tempered Timpani
Observad el fondo de la caldera de este timbal. En él se ve un apéndice en forma de campana de trompeta: se trata de un “Schalltrichter” (“schall” es sonido y “trichter” es embudo en su traducción literal). Este elemento es propio de los timbales que se fabricaron en Alemania durante el largo periodo comprendido entre 1600 y 1880. Es relativamente raro encontrar instrumentos con este añadido en otros lugares, por lo que podemos decir que se trata de un elemento constructivo propio de esa zona.
Ya se mencionaba en tratados antiguos: “Musicus autodidactos” (J.P. Eisel – 1738) o “Die Pauken und Trommeln” (G. Fechner – 1862), y los más antiguos que se conocen están en un par de timbales datados en 1620 conservados en el Bayerisches Nationalmuseum. Su utilidad era crear una saussenden Nachklang (“resonancia reverberante”) por medio de la vibración del embudo, enriqueciendo un sonido que, de otra manera, y según Fechner, sería bastante anodino por percutirse el parche prácticamente en el centro (“The world of historical timpani”, por Ben Harms para “Early Music America”, verano de 2008).
 
Con el tiempo, el “Schalltrichter” cayó en desuso debido a mejoras en la construcción, mejores parches y la evolución de las técnicas. Podéis ver más fotos y leer un artículo muy interesante en The Well Tempered Timpani.
 
Hace unos pocos años (no sé si conociendo lo que es un “Schalltrichter”), cierta empresa sacó al mercado un artilugio heredero de esa tradición que ha hecho correr ríos de tinta y ha dado mucho que hablar entre los baterías: se trata del Kickport, una especie de “embudo” que se coloca en el parche batidor del bombo.
© Kickport
© Kickport
© Kickport
© Kickport
Según el fabricante aporta “más graves, más sonido, más definición y más pegada” a la vez que apaga ligeramente el parche resonante. ¿Todo esto es verdad? Las opiniones varían y hay quien, después de probarlo, nota una grandísima mejora y hay quien no nota nada. Como siempre, las opiniones están encontradas: unos le ven utilidad y piensan que sus creadores han dado en el clavo, mientras otros opinan que es un simple engañabobos proveniente de alguien con muy buena visión comercial.
 
El caso es que parece haber tenido éxito y sus creadores le han dado una vuelta de tuerca más a la idea. ¿Por qué hacerlo sólo para el bombo habiendo más tambores en una batería? Ni cortos ni perezosos han extendido el concepto a la caja y los toms:
© Kickport
© Kickport

No lo he probado, así que no puedo dar mi opinión. Lo verdaderamente curioso y el verdadero motivo de escribir acerca de este nuevo juguete es la similitud que encontré entre el Kickport y el “Schalltrichter” de los timbales alemanes. Nos creemos muy “modelnos”, pero resulta que esta idea ya estaba funcionando allá por 1600.

 

Como dije al comienzo, no hay nada nuevo bajo el sol. Ideas que parecen novísimas ya existían hace 400 años. El eterno retorno se cumple una vez más y el “Schalltrichter” se reencarna en el Kickport.



…et in Arcadia ego.

© David Valdés