Observad el fondo de la caldera de este timbal. En él se ve un apéndice en forma de campana de trompeta: se trata de un “Schalltrichter” (“schall” es sonido y “trichter” es embudo en su traducción literal). Este elemento es propio de los timbales que se fabricaron en Alemania durante el largo periodo comprendido entre 1600 y 1880. Es relativamente raro encontrar instrumentos con este añadido en otros lugares, por lo que podemos decir que se trata de un elemento constructivo propio de esa zona.
Ya se mencionaba en tratados antiguos:
“Musicus autodidactos” (J.P. Eisel – 1738) o
“Die Pauken und Trommeln” (G. Fechner – 1862), y los más antiguos que se conocen están en un par de timbales datados en 1620 conservados en el
Bayerisches Nationalmuseum. Su utilidad era crear una
saussenden Nachklang (“resonancia reverberante”) por medio de la vibración del embudo, enriqueciendo un sonido que, de otra manera, y según Fechner, sería bastante anodino por percutirse el parche prácticamente en el centro (“The world of historical timpani”, por
Ben Harms para “Early Music America”, verano de 2008).
Hace unos pocos años (no sé si conociendo lo que es un “Schalltrichter”), cierta empresa sacó al mercado un artilugio heredero de esa tradición que ha hecho correr ríos de tinta y ha dado mucho que hablar entre los baterías: se trata del
Kickport, una especie de “embudo” que se coloca en el parche batidor del bombo.