Si la aspirina lo cura todo, Dixan lo limpia todo, los vaqueros conjuntan con todo y a la niña de Catalana Occidente su papá se lo arregla todo, todo y todo, tenemos que encontrar un equivalente percusivo que para todo sirva, y esa es la técnica Stevens.
Los que me conocéis sabéis que uso esta técnica en la marimba, el vibráfono, el glockenspiel (“Pinos de Roma”, “La Gran Pascua Rusa”…), el xilófono (“Appalachian Springs”, “Oiseaux Exotiques”…), en platos (redobles independientes), en “set-ups”… Siempre que necesito sujetar dos baquetas en una mano recurro a esta técnica porque me parece la más versátil y la más completa (y he tenido la fortuna de estudiarla con
Leigh Howard Stevens).