Hoy hablaremos sobre un verdadero reto técnico y musical: la parte de xilófono de “El Pájaro de Fuego“, de Igor Stravinsky. Más concretamente, hablaremos de la “Danse de la Suite de Kastchei Enchantée par l´Oiseau de Feu”.
Aquí tenéis la partitura:
Y aquí está mi interpretación:
Cuatro compases antes de 130 cambio la baquetación lógica y empiezo con la izquierda, de manera que el salto de 4ª entre el Re y el La lo toque mi mano fuerte (la derecha).
En 131 y 132 tocamos un pedal superior junto con la cuerda, por lo que prefiero recogerme un poco (meno forte) para que salga más el diseño de los otros instrumentos.
Con respecto al final (cuatro compases antes del allegro feroce), hay quien hace un accelerando para preparar el nuevo tempo, pero a mí me resulta mucho más efectivo y dramático que el nuevo tempo sea súbito (así tiene más carácter feroz), pero eso no depende de mí, sino del señor de la batuta. En una audición prefiero ceñirme al papel (y a mi propio gusto) y no acelerar. Diferentes maestros tienen diferentes interpretaciones, pero en una audición considero más acertado tocar literalmente lo que está escrito de forma que el tribunal no se vea en la disyuntiva de pensar si tocamos accelerando porque conocemos la música o porque no podemos mantener el tempo. Ante la duda, y tal y como dicen los ingleses, “stick to the ink”.
Para terminar podéis ver que la última nota la toco con la mano derecha (contrariamente a la secuencia natural). Con ello consigo que la que se supone es la más fuerte de todas las notas tenga la energía necesaria (soy diestro). Algunos percusionistas tocan esa última nota doblada en octavas.
Os recomiendo encarecidamente esta fantástica obra.
…et in Arcadia ego.
© David Valdés